domingo, 21 de octubre de 2012

Ya queda menos (para la victoria).


Jornada cuarta y cuarta derrota. El equipo mejora pero no lo suficiente. Ayer dió chispazos de lo que supuestamente todos queremos ver, pero es inconsistente; le falta continuidad.

Y lo peor de todo, desde mi punto de vista, es la fragilidad mental de este grupo. Sea por inexperiencia o por temas ajenos al simple juego, cuando Unicaja se marchó de 9 puntos, el equipo se vino abajo de una manera desesperante hasta para los aficionados.

No hace mucho, la comunión equipo/afición era plena y nos (mal)acostumbramos a que el equipo fuera siempre competitivo, a las duras y a las maduras. Sabíamos que pasara lo que pasara el equipo iba a estar ahí hasta el final y que después la calidad, la suerte o lo que fuera, decidirían el partido. Ahora mismo eso no sucede. Y lo que mas desespera al aficionado, no sucede desde hace muchos, muchos meses. De ahí esos pitos en gran parte de las gradas, que desde Fuenlabrada Blues podemos hasta en cierto modo entender, pero que no compartimos en absoluto.

No ya solo por nuestra filosofía de apoyar a nuestro equipo hasta la extenuación sea cual sea la circunstancia, sino porque además este grupo tiene una juventud y una fragilidad mental a la que esta situación no ayuda lo mas mínimo. Es momento de sumar y lo primero que necesitan nuestros muchachos es tranquilidad y no una ansiedad que ya reconocía la pasada temporada Ferrán Laviña cuando el asunto se torció mas de lo debido: “Aquí hemos hecho partidos que ninguno de nosotros habría hecho si no fuese por la afición que tenemos. Eso mismo te lleva a que esa afición, que es caliente, cuando las cosas no van bien quiera empujar y te crea esta situación de stress, de decir “yo quiero, pero no me salen las cosas”, y eso te genera un plus de ansiedad. Puede ser que ahora en casa nos esté pesando esa responsabilidad, no porque la afición no esté con nosotros, sino que al revés, como está tan con nosotros, que además de que no nos salen las cosas sentimos que les estamos fallando, y eso nos da un plus de nerviosismo y de tensión. Pero que la afición no cambie, que siga igual, porque en momentos complicados nos han llevado para delante”. Siete meses después de aquellas palabras, estamos en las mismas.

Seamos optimistas, si hay que elegir, mejor pasarlo mal ahora que a final de liga. Es una competición a 34 partidos y tan solo hemos disputado 4, quedan 30 y hay un amplio margen de maniobra. El equipo ha mejorado con respecto a anteriores jornadas, despacio eso si, pero va mejorando. La próxima semana visitamos al GBC que se encuentra en la misma situación clasificatoria que nosotros, si damos un nuevo paso adelante el partido será nuestro.




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